DIARIO DE UN ASESINO CASI CHINO POR JOSÉ MANUEL GONZÁLEZ
LUNES 16 de abril de 2007
Hoy ha sido un día perfecto. Me he pasado la tarde disparando con la pistola Glock de 9 milímetros que compré en marzo. He colocado cinco sandías sobre una roca y las he destrozado sin fallar un solo tiro.
¡Como se parecen las sandías a las cabezas! Vierten su jugo rojo como la sangre y revientan cuando les disparo balas explosivas.
A una de ellas le he colocado una peluca rubia. Así no me ha sido difícil imaginar a mi profesora de literatura y eso me ha excitado. Por eso, allí mismo, no he podido resistir la tentación y me he masturbado dos veces pensando en la sangre de su cabeza saliendo por los orificios, en el cerebro blando, destrozado, convertido en una papilla gris húmeda y en su cuerpo inerte desmadejado junto a un charco de orina que escapa de la muerte.
Mañana es el gran día. Veré llorar a las pijas, oiré gritar a las animadoras y a los del equipo de fútbol; los profesores mancharán sus académicos calzoncillos, los bedeles limpiarán el aserrín sobre la sangre coagulada, dejaré de ser un chino anónimo, saldré en todos los telediarios…
Cho Seung Hui
3 comentarios
juan de dios -
e. Mérida -
jua nacrlos -