AGOSTO DEL 36
Agosto de 1936. Son tiempos revueltos. La gente se va de Pina huyendo de las columnas anarquistas que llegan de Barcelona. Una mujer de unos 25 años mira a un grupo de hombres en la plaza. A algunos les acaban de sacar de sus casas. Otros, los que les han sacado, ni siquiera son del pueblo. La mujer mira a su padre, un hombre de unos 55 años, envejecido por el trabajo en el campo, al que han ido a buscar por ser de derechas. Luego mira a otro hombre. No es del pueblo. Acaba de llegar y todos dicen que es el jefe de la columna y el que manda matar. La mujer llora y se tapa la cara. Se oyen murmullos en medio del silencio hasta que él lo rompe.
- "Váyanse todos y que no falte un trabajador más en su casa".
Esa fue la frase que mi abuela guardó siempre como recuerdo de Buenaventura Durruti.
Marisa Fanlo Mermejo
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