EJERCICIO CON EL CONTENIDO DEL SOBRE
EN PRIMERA PERSONA:
La noche nos vino encima, como si la oscuridad quisiera tendernos un telón que pusiera fin a nuestro último acto.
Volvía en silencio, regresábamos de nuestro último encuentro en aquel bar de copas llamado Hierba de Indonesia, mientras un sabor a sacarosa, miel y gengibre se explayaba por mi lengua. Era algo extraño, galvánico y súbito.
Contra el fieltro de mi bolsillo, un aviso, y cuatro billetes de ida de mugrientos metrobús.
Y, en mi mano, adherido como sanguijuela chupadora, un billete de vuelta.
Un, llámame cuando puedas alcanza mis sentidos y enfría mis deseos.
¿Para qué? ¿Para qué quiero llamar?
El tren nos lleva a la tierra del olvido. Ahora se ha puesto el sol y es hora de plegar.
EN TERCERA PERSONA:
La noche les vino encima, como si la oscuridad quisiera tenderles un telón que pusiera fin a su último acto.
Volvía en silencio, regresaban de su último encuentro en aquel bar de copas llamado Hierba de Indonesia, mientras un sabor a sacarosa, miel y gengibre se explayaba por su lengua. Era algo extraño, galvánico y súbito.
Contra el fieltro de su bolsillo, un aviso y cuatro billetes de ida de mugrientos metrobús.
Y, en su mano, adherido como sanguijuela chupadora, un billete de vuelta.
Un llámame cuando puedas alcanza sus sentidos y enfría sus deseos
¿Para qué? ¿Para qué quiere llamar?
El tren les lleva a la tierra del olvido. Se ha puesto el sol y es hora de plegar.
Julia Gallego
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