Empiezo con el poema que escribí para el taller de Miriam Reyes basándome en un verso de Sergio Algora y otro de Pablo Neruda
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Cielo ha muerto.
Hoy hace un año y ella sigue en todas partes.
En su despacho de diputación,
Y en el cuadro que eligió;
En el directorio de los teléfonos,
con su nombre al lado del 8892;
En mi lista de direcciones electrónicas,
Con la suya sin borrar todavía;
En la bandeja de entrada,
en el mensaje de navidad de su marido y su hijo;
En el despacho de la sede
Donde tienen la foto de todas;
En esa foto de todas las mujeres
Que ya no podremos repetir;
En la plaza que inaugurábamos
Cuando me llamaron para avisarme;
En la carrocería de mi coche
Con un golpe del día de su funeral;
En todos los recuerdos de mi trabajo
Que tienen mi madre y mi tía;
En el cabello de ángel de mi madre,
Que le dio la receta para hacerlo;
En todos los actos a los que viene su familia.
Pero Cielo ha muerto.
Marisa, mayo de 2006
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JOSE MANUEL -